domingo, 12 de diciembre de 2010

Si no puedo hacerlo por amor, tendré que intentar haciendo lo que está bien. Mis propios límites deberán limitar todo lo que es tentación. Aquel que no me quiera seguir deberá quedarse atrás, pero a partir de hoy voy a marcar mi propio camino, si sé lo que está bien, sé lo que está mal. Y a partir de eso, voy a ser feliz, porque yo sé que puedo así. Puede contra mí, y todos estos años intenté ser otra persona que no complementa conmigo. sólo yo me conozco como soy y sé lo que puedo llegar a lograr conmigo misma, sin que me digan qué es lo que tengo que hacer. Si caigo, es porque me tiro y eso no tiene por qúé ser así. Ya no me interesa, porque me hizo mal y eso no es sano. Si hace falta voy a volver a discutir todo, no voy a llorar, voy a ser yo. Sé que puedo ser fuerte. Y así nos vamos a volver a ver, pero después de mucho tiempo. Te deseo lo mejor, no intentes cambiar mis ideas. Ana.
Hola aclémido, por dónde estuviste caminando? qué sentís? por qué tus ojos ya no brillan?. Te estuve imaginando, ya que sólo eso me quedó de vos. Hola aclémido, por qué tus ojos ya no miran? qué me perdí al vivir sin vos? Hola aclémido, intenta reconocerme, sé quién sos, pero nadie lo sabe. Sé que podés sentirme. Hola aclémido, acercate que no te voy a hacer daño. Con vos puedo ser alguien. Hola, qué estás haciendo? Si no me hablás, nadie lo va a hacer. Si no me escuchas, nadie podrá entenderme.
Cada vez que siento que estoy encerrada en vos, cuando intento escapar y no me lo permitís. Cada vez que siento tu mano estrujando a mi corazón e intento respirar pero no puedo. Cada vez que se me pasa por la cabeza esa absurda idea de creer que dudás, de creer saber por qué cada palabra que solía tomar distancia, ahora se apropia de mis pensamientos con todo su derecho, se apropia de mí y está segura de tener razón, porque ahora la puedo escuchar.
cada vez que me siento más cerca en un juego que no jugué, te siento mas lejos en alguno del cual te interesabas. Cada vez que te pienso intento olvidarte sin ningún propósito. Sin querer, pero deseándolo. Deseando lo ajeno, lo que no me corresponde.
Saber que nadie anda preguntando por ahí quién es el valiente de decir la verdad. Y pensar que el mundo no aprende a callarse. Hay lugares en los que deseamos encontrar y tal vez, si encontráramos se acabaría el juego, perdería la gracia. Pero sabemos que no encontrar causa frío, rencor.. desconcierta. De esta forma también es muy posible alejarse. Y las personas cambian de posición, y primero es uno quien piensa algo y luego el otro se pone en su lugar. Tal vez no sean compatibles, o probablemente lo son en grandes magnitudes. Cambiar y confundir a los miedos, para llegar a desearlos, será finalmente veneno. Es momento de dejarlo crecer.